martes, 7 de junio de 2011




“Crónica TV es como el mate y el dulce de leche”, Crónica está tan impuesta en nuestras vidas como el mate y el dulce de leche, y no sólo Crónica, si no la televisión en sí y todos los medios en nuestras rutinas diarias, forman parte de nuestra vida, o hemos hecho que así sea.
Cristina Mata en “De la cultura masiva a la cultura mediática” explica refiriéndose a la mediatización de la experiencia que no está condicionada la presencia del hecho sino por la posibilidades técnicas que el medio tenga para acercar en forma de imagen, relato, audio o video el acontecimiento, es por eso que atribuye a los medios el rol de productores centrales de la realidad. Crónica y la TV en general, ha sido estos productores de la realidad, o lo que es la realidad para ellos, transformando además la forma de producción de significados a través de la cual un orden social se comprende, se comunica, se produce y reproduce.
Esta imagen no muestra más que lo que los medios y las tecnologías son hoy, luego de varias transformaciones en un largo proceso, para nosotros. Han logrado introducirse en nuestras vidas, imponerse e influenciar en nuestra cotidianeidad, y como dice Silverstone, “(…) el televisor, inmerso en la cultura de la familia; ya no podemos pensar en la casa, así como ya no podemos vivir en casa, sin nuestro medios”. Como tampoco, para los argentinos sin el mate y el dulce de leche.
Digamos que Crónica es parte también del argentino y ha logrado modificar nuestra visión de la realidad, ya que en su forma particular de informar logra mostrar con “sin filtros” determinadas noticias, con morbosidad y drama, es lo que lo caracteriza y lo que él espectador consume muchas veces. Y donde, como dice Silverstone: “actuamos e interactuamos como productores y consumidores, con la intención urgente de comprender el mundo, el mundo mediático, el mundo mediatizado, el mundo de la mediatización”.

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